Análisis ecológico del arbolado urbano y de áreas de antejardín en un barrio de Bello-Antioquia, Colombia
Julieth Natalia Castaño Hincapié, Maria Fernanda Cardenas
Los antejardines son áreas del espacio público de propiedad privada, ubicada entre los paramentos o fachadas de los predios y el andén (Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, 2015). A escala local, los antejardines junto con los árboles aislados y los parques de bolsillo favorecen el mejoramiento estético del espacio o el disfrute, además de la vida y estancia de la fauna silvestre que allí habite, por lo tanto, su tamaño, distribución y estado son decisivos en la calidad de sus habitantes (Moreno et al., 2015) humanos y no humanos.
El barrio Ciudad Niquía a lo largo de su urbanización cuenta con áreas de antejardín con un promedio de 31.56 m2. Con base a la Norma Básica del municipio, los retiros definidos como antejardines serán de carácter ornamental y de protección, sin embargo, el uso que se les da actualmente es de garajes o comercio, siendo muy pocos los que tienen áreas verdes en su interior.
El estudio consistió en la selección de tres transectos (Tr.) que representan las dinámicas del barrio: Tr.1, como corredor de actividad múltiple; Tr.2 como área residencial con un separador vial con vegetación arbórea; y, Tr.3, como área residencial con proyectos urbanísticos recientes; con el objetivo de establecer las áreas de antejardín y los tipos de usos presentes. Además del mapeo de árboles y arbustos con la aplicación Every Door, que permite crear objetos en OSM. A partir de esto, se evaluó el número de individuos, especies representativas, y estadísticamente, aquellos aspectos de la biodiversidad que componen al barrio.
Se encontraron 427 individuos y 61 especies de árboles identificables para todo el barrio, siendo Dypsis lutescens (49), Spathodea campanulata (38) y Leucaena leucocephala (31) las especies de mayor proporción. Los índices de Margalef (9.90), Shannon (3.34), Simpson (18.81) y Pielou (0.81) para el barrio, indican una comunidad con alta diversidad y una distribución equitativa de individuos entre las especies. Sin embargo, para la denotación de Jardines disminuye a 235 individuos, y, entre transectos también, con 13, 56 y 11 representantes para Tr. 1, 2 y 3, respectivamente.
Como plantea Cadenasso & Pickett (2008), las ciudades se deben asumir como oportunidades para la sostenibilidad y la conservación de la biodiversidad, por esta razón se espera que las áreas de antejardines, no solo sirvan como parqueadero o espacios para la localización de elementos de comercio, sino que se debe buscar un equilibrio en el que podamos tener los servicios ecosistémicos que proporcionan los árboles y aquellos que requerimos por habitar las áreas urbanas. Ésta investigación pone en evidencia la situación actual de muchos sectores de la ciudad y del Área Metropolitana, sirviendo como base para el ordenamiento territorial a escala de barrio y posteriormente puede motivar nuevos estudios entorno a su uso, apropiación y administración a escalas más grandes, de manera que sea una forma de aplicar las soluciones basadas en la naturaleza para contrarrestar y afrontar los efectos del cambio climático que hoy nos aquejan.